Entre los años 2009 y 2010, la violencia en Ciudad Juárez creció significativamente, hasta considerarla como la más violenta del mundo. Bajo este contexto, el 30 de enero de 2010, durante una reunión de jóvenes estudiantes que se encontraban festejando el cumpleaños de uno de ellos, un grupo armado de 20 sicarios entró a la casa del fraccionamiento Villas de Salvárcar, en el número 1310 de la calle Villa del Portal, y les disparó. De los asistentes, 15 personas murieron y 11 más quedaron heridas. Todos tenían entre 15 y 20 años, aproximadamente.

De inicio, el gobierno mexicano explicó los hechos como un “ajuste de cuentas” entre bandas rivales de narcomenudistas. No obstante, ninguna de las personas agredidas estaba vinculada con el crimen organizado, razón por la que el alcalde de la ciudad mencionó que la matanza fue un acto de violencia al azar por parte de las bandas de narcotraficantes de México. Por otro lado, el Frente Nacional contra la Represión sostuvo que los responsables no eran grupos de sicarios, sino de paramilitares, escuadrones que operan en la ciudad. Ocho años después de esto, y sin respuestas concretas sobre lo ocurrido, se derribó la casa en la que ocurrió la matanza y se construyó el “Memorial 30 de enero Villas de Salvárcar” para rendir homenaje a los jóvenes que fallecieron ese día.

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